Imagenes de tarjetas de negocio

martes, 22 de septiembre de 2009
http://www.munilince.gob.pe/tarjetas_de_credito_web.jpg

¡Cómo elegir una tarjeta de presentación que impacte!

tarjeta_de_presentacionAntes, símbolo de categoría para personas con puestos importantes en grandes empresas, ahora las tarjetas de presentación han pasado también a ser una de las mejores formas de promover cualquier tipo de negocio.
Gracias a su práctico tamaño, las diminutas tarjetas pueden circular fácilmente entre las personas que asisten, por ejemplo, a un evento de negocios, donde son utilizadas no solamente para presentarse como persona, sino para dar a conocer el tipo de negocio que ofrece determinado individuo o compañía. Incluso, hay casos en donde los dueños de pequeños negocios las colocan a la vista en lugares públicos.
Actualmente, podemos ver tarjetas de presentación en diferentes colores, estilos y formas, lo que las ha convertido en un elemento fundamental en cualquier estrategia de mercadeo. Pero existen ciertas reglas que se deben seguir para crear tarjetas que sean útiles, sin dejar de ser elegantes y de buen gusto. No debemos olvidar que el objetivo principal de una tarjeta de presentación es el de mostrar una imagen profesional de su negocio o compañía. Por lo tanto, es importante crear una tarjeta que dé una buena impresión a sus clientes. A continuación presentamos algunos estilos que debe considerar al crear su tarjeta de presentación:
El diseño básico. Por lo general se imprimen en papel blanco y tinta negra. Este estilo es perfecto para los negocios que buscan rendimiento por su dinero. Puede atraer a clientes que sólo necesitan información de contacto y no se impresionan con diseños extravagantes. El diseño es simple y la información es clara y concisa.
Usando imágenes y color. Una imagen que represente su negocio o servicio puede valer más que muchas palabras. Un toque de color, además del blanco y negro, puede lograr impresionar a sus clientes.
Las que se pueden “sentir”. Algunas tarjetas se distinguen no por lo que dicen, sino por cómo se sienten al tacto, cuando por ejemplo se les ha colocado el texto o alguna imagen gráfica en relieve. Este tipo de tarjetas pueden estar hechas de materiales como metal o madera y diseñadas con diferente forma, doblez o estampado. Debido a su proceso de producción son mucho más costosas, pero, para algunos negocios, vale la pena la inversión.
Tarjetas multiusos. Una tarjeta puede hacer más que promover su nombre y negocio. También puede servir como cupón de descuento, calendario o cualquier otro uso. Estas diferentes cualidades hacen que una tarjeta sea útil para otra cosa, no sólo para darse a conocer, evitando con ello la posibilidad de ir a parar al basurero tan pronto usted la entregue.
Lo novedoso llama la atención. Las tarjetas originales y extravagantes llaman la atención. La creatividad no tiene límites, excepto la cantidad de dinero que está dispuesto a pagar. Algunos ejemplos de tarjetas creativas son aquellas hechas de chocolate o que sirven como abrecartas.
Además del estilo, también debe considerar la información que debe incluir en su tarjeta. Le aconsejamos que sólo incluya datos esenciales como su nombre, título, nombre de su compañía, dirección, teléfono, correo electrónico y sitio web.

Tipografia del diseño grafico

domingo, 6 de septiembre de 2009

La tipografía en el diseño gráfico

La finalidad de toda composición gráfica es transmitir un mensaje concreto. Para ello, el diseñador se vale de dos herramientas principales: las imágenes y los textos.

Las imágenes aportan un aspecto visual muy importante a toda composición. Estos con capaces de transmitir por sí solos un mensaje de forma adecuada.

Sin embargo, el medio de transmisión de ideas por excelencia es la palabra escrita. La esencia del buen diseño gráfico consiste en comunicar ideas por medio de la palabra escrita, combinada a menudo con dibujos o con fotografías.

Además de su componente significativo, cada letra de una palabra es por sí misma un elemento gráfico, que aporta riqueza y belleza a la composición final.

Es por esto, que el aspecto visual de cada una de las letras que forman los textos de una composición gráfica es muy importante.

De este planteamiento se deriva que el diseñador gráfico debe emplear las letras en una composición tanto para comunicar ideas como para configurar el aspecto visual de la misma, siendo necesario para ello conocer a fondo los diferentes tipos existentes y sus propiedades, conocimientos que se agrupan en la ciencia o arte de la tipografía.

El termino tipográfia se emplea para designar al estudio, diseño y clasificación de los tipos (letras) y las fuentes (familias de letras con características comunes), así como al diseño de caracteres unificados por propiedades visuales uniformes.

Ejemplos de pictogramas

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/b/bb/Piktograf1.png

Fases del proceso del diseño

El proceso de diseñar, suele implicar las siguientes fases:

1. Observar y analizar el medio en el cual se desenvuelve el ser humano, descubriendo alguna necesidad.

2. Planear y proyectar proponiendo un modo de solucionar esta necesidad, por medio de planos y maquetas, tratando de descubrir la posibilidad y viabilidad de la(s) solución(es).

3. Construir y ejecutar llevando a la vida real la idea inicial, por medio de materiales y procesos productivos.

Estos tres actos, se van haciendo uno tras otro, y a veces continuamente. Algunos teóricos del diseño no ven una jerarquización tan clara, ya que estos actos aparecen una y otra vez en el proceso de diseño.

Hoy por hoy, y debido al mejoramiento del trabajo del diseñador (gracias a mejores procesos de producción y recursos informáticos), podemos destacar otro acto fundamental en el proceso:

4. Evaluar, ya que es necesario saber cuando el diseño está finalizado.

Diseñar como acto cultural implica conocer criterios de diseño como presentación, producción, significación, socialización, costos, mercadeo, entre otros. Estos criterios son innumerables, pero son contables a medida que el encargo aparece y se define.

Proporcion de letras para titulo de folletos

sábado, 5 de septiembre de 2009

Márgenes. Márgenes son los espacios en blanco que quedan a cada uno de los cuatro lados de una página impresa. Por el lugar que ocupan, reciben los nombres de cabeza, pie y costados. Éstos son dos: lomo y corte.
Antes de determinar los blancos de un libro o folleto, conviene saber el fin y uso a que se destina. Según sea edición de bibliófilo, normal o de batalla, llevará márgenes más o menos abundantes.
No hablamos de ciertas obras modernas presentadas con márgenes caprichosos, que pasan por alto las reglas comúnmente establecidas.
Pero toda obra tipográfica que se estime, procurará en sus páginas aquella sensación de equilibrio y armonía que sólo puede dar la debida proporción entre el molde y los blancos, y de los blancos o márgenes entre sí.

La divina proporción. Mucho se ha hablado y se sigue hablando sobre la divina proporción tipográfica, la línea áurea, el canon áureo, etcétera. Vamos a explicar en que consiste.
Dijimos antes que toda página impresa debe dar sensación de equilibrio y armonía, es decir, causar placer estético. Efectivamente, hay páginas impresas cuya vista produce pesadez y cansancio; otras, en cambio, causan una sensación plácida y agradable. ¿Á que es debido? A que en las primeras hay una masa amazacotada de texto que agobia, sin que la mirada encuentre el alivio de un blanco proporcionado; mientras que en las segundas el bloque impreso guarda la debida proporción con el blanco de la página, y los márgenes de la misma están bien distribuidos, guardando también entre sí la debida proporción.
¿Hay alguna regla fija que señale esta proporción entre los elementos que integran la obra artística? Sí. La adivinaron y aplicaron los artistas desde la más remota antigüedad; la fijaron los griegos en fórmula matemática; y no fue regla arbitraria establecida al azar, sino fruto de un constante estudio de la naturaleza.

Vieron, en efecto, que en la naturaleza, y en la misma figura humana, se daba esta proporción de líneas constante; es decir, que esta proporción era obra de Dios al dar el ser a sus criaturas. Los sabios de la antigüedad pagana le dieron el nombre de canon áureo o regla de oro. Los artistas cristianos la llamaron divina proporción por ver en ella la mano de Dios.
Y con este título apareció en el año 1509 una obra de un gran matemático, Luca Pacioli, franciscano, impresa en Venecia, en la que estableció geométricamente las reglas de la proporción en todas las artes. Trabajó con él en Milán Leonardo Da Vinci, con quien más adelante se trasladó a Florencia. Según él la proporción divina o canon áureo nos la da la división de una recta en media y extrema razón. Y de ella hizo numerosas aplicaciones, sin olvidar la tipografía nacida medio siglo antes, a la que dedicó cuatro láminas con un alfabeto de mayúsculas, obra al parecer del propio Leonardo.
Es evidente que para gran parte de los tipógrafos la regla es de difícil aplicación, ya que no todos tienen por la mano la resolución de esos problemas de geometría. En la práctica se ha convenido simplificarlo con la relación 3 a 5 (por defecto), que es la que más se aproxima a la proporción divina o regla de oro, y también con la relación 2 a 3 (por exceso) que se diferencia en 1/15 de la anterior.

Aplicaciones prácticas. Expliquémoslo con unos ejemplos:

1º El molde de una página tiene 21 cíceros de ancho. ¿Que altura le corresponde?
Aplicando el canon áureo en su relación 3 a 5, los 21 cíceros de ancho son 3/5 de la altura. 1/5 será 3 veces menos:

21 cíceros : 3 = 7 cíceros

La altura será 5 veces más:

7 cíceros x 5= 35 cíceros

De igual forma se procedería en la relación 2 a 3.
Si 21 cíceros son 2/3, 1/3 será la mitad, o sea, 10,5 cíceros; la altura será 3 veces más, 31,5 cíceros.

2º ¿Qué ancho de línea habrá que dar a un molde que tiene 35 cíceros de altura?
En la relación de 3 a 5 el ancho es 3/5 de la altura, o sea:

3/5 de 35 = (3 x 35) / 5 = 105 / 5 = 21 cíceros

El molde tipográfico en relación con el papel. Esta regla deberá tener presente el tipógrafo al tener que calcular las medidas de la página tipográfica en relación con las del papel, bien entendido que, para la armónica presentación de la obra, las del papel son las que mandasn y a ellas deben subordinarse las del molde tipográfico.
Pongamos unos ejemplos prácticos:

1º Supongamos un rectángulo A B C D (figura 1) que corresponde a una página de papel imaginaria, en la cual se cumple la regla de la divina proporción 3 a 5, pues a los 45 cíceros de altura corresponden 27 (los 3/5) de ancho. La línea de puntos a b e es la llamada línea áurea que determina esta proporción.
A la altura del lado A D, 45 cíceros, corresponden, en la relación 3 a 5, 27 cíceros de altura para la composición. El ancho de la composición (3/5 de 27) será de 16 cíceros. Es decir, el molde deberá tener 27 x 16, y estará indicado por el rectángulo a b c d .

2º Supongamos ahora que la hoja de papel imaginaria es el rectángulo A B C D (figura 2) cuyas medidas son 50 x 35 cíceros que no corresponden a la proporción del canon clásico 3 a 5, ni a la de 2 a 3.
Dividamos la altura A D (50 cíceros) en cinco partes; el punto a señala en ella la relación 3 a 5. La recta a b será la línea de la divina proporción, y la distancia a d será la altura del molde.
Pero ahora el ancho no podemos hallarlo en relación con relación a la altura como en el ejemplo anterior, porque el papel no guarda la relación 3 a 5. Lo tendremos que hallar en relación con el ancho del papel D C (35 cíceros). Y 3/5 de 35 son 21 cíceros, es decir, la distancia d c. Así, la composición quedará determinada por el rectángulo a b c d.
En estos dos ejemplos hemos tomado la relación 3 a 5; de igual manera se habría resuelto tomando la relación 2 a 3.

Proporción de márgenes. Hasta aquí hemos solucionado solamente los problemas de medidas del molde; ahora nos toca resolver los de los márgenes, que importan igualmente al maquetista y al tipógrafo, labor que debe completar después el impresor al imponer en la máquina. Esta distribución de márgenes se hará igualmente aplicando la relación del canon áureo o divina proporción de 3 a 5 o 2 a 3..
Esto da lugar a dos procedimientos:
1º Sea el molde a b c d (figura 1) que debe ir impreso sobre la página A B C D.
Por encima de la línea áurea nos queda el blanco formado por el rectángulo A B e a, que hay que repartir entre los márgenes de cabeza y pie. La proporción estética pide que el pie, o base en que descansa la página, sea mayor que la cabeza. Apliquémosle, pues, la relación de 3 a 5, y tendremos:

45 cíceros (altura de página) — 27 cíceros (altura del molde) = 18 cíceros que es la altura de los márgenes.

3 / 5 de 18 = (3 x 18) / 5 = 54 / 5 = 10,8 cíceros

Al pie le corresponden 10,8 cíceros, o mejor, 11 cíceros (para no despreciar 8 puntos); a la cabeza corresponderán:

2 / 5 de 18 = (2 x 18) / 5 = 36 / 5 = 7,2 cíceros, es decir 7 cíceros

Hagamos lo propio con el rectángulo h B C c, que hay que repartir entre el lomo y el corte, teniendo en cuenta que en la unión de dos páginas enfrentadas el equilibrio estético pide el margen mayor para el corte y el menor para el lomo.

27 cíceros (ancho de página) — 16 cíceros (ancho del molde) = 11 cíceros que es el ancho a repartir entre corte y lomo.

3 / 5 de 11 = (3 x 11) / 5 = 33 / 5 = 6, 6 cíceros

Al corte correponden 6, 6 cíceros y al lomo:

2 / 5 de 11 = (2 x 11) / 5 = 22 / 5 = 4, 4 cíceros

De aquí podemos sacar la regla siguiente:
Para distribuir márgenes en la relación 3 a 5, se halla primero la diferencia en cíceros entre el largo de la página (papel) y el largo del molde; de esta diferencia corresponden 3/5 al margen de pie y el resto al de cabeza. Se halla luego la diferencia en cíceros entre el ancho de página y el de molde; los 3/5 de la misma corresponden al corte y el resto al molde.
El mismo procedimiento se seguiría para hallar los márgenes utilizando la relación 2 a 3.

Regla general de márgenes. El margen de pie es aproximadamente el doble que el de cabeza; y el de corte aproximadamente el doble que el de lomo.

Compaginación. Una vez proyectado el libro se procede a la composición, y seguidamente a la compaginación o ajuste siguiendo siempre y en todo las instrucciones de la maqueta.
Compaginación o ajuste es la acertada distribución de los paquetes en páginas, de medidas exactamente iguales, para formar el libro, folleto o revista.
Como en los paquetes suele haber únicamente la composición del texto de una obra y a lo sumo los títulos de capítulos con sus epígrafes, al compaginador o ajustador corresponde (al formar las páginas) poner las cabeceras, iniciales, folios, signaturas, títulos, grabados, finales, etc., y cuanto sea menester para la debida presentación del libro, de acuerdo con el maquetista, procurando ser fiel intérprete de cuanto se ha proyectado.

Página modelo. Antes de empezar el ajuste, el compaginador hará la página que debe servir de modelo para todas las demás, ateniéndose lo más posible a las medidas señaladas en el proyecto. La página modelo será maciza, formada únicamente con las líneas necesarias del cuerpo que predomina en el texto de la obra y poniendo un folio imaginario con su blanco.
Si la página hace cíceros justos se toma un filete de latón o un lingote de igual medida; si no hiciera cíceros, se toma el filete más aproximado, completando la medida con un cuadrado o espacio. Este filete recibe el nombre de filete de ajuste y será la medida exacta que servirá para comprobar la de todas las páginas.
Hecha la página tipo, el ajustador atenderá diligentemente a la compaginación siguiendo las pruebas de galeradas y el original para no omitir la colocación de ningún título, grabado, nota, etc., y procurando simultanear el ajuste del mayor número posible de páginas para mayor facilidad.
Las páginas ajustadas se atan, se colocan sobre un portapáginas y se van poniendo sobre una mesa a propósito, situada lo más cerca posible del puesto del ajustador, en montones o pilas de ocho páginas ordenadas, contando también las páginas blancas. Tanto en esta mesa como en la galera de compaginación debe tener el ajustador un orden excepcional, requisito totalmente necesario para trabajar eficazmente.

diseño folleto

Les voy a enseñar a crear un folleto con sus respectivas perspectivas y sombras a partir de una imagen. Para crear las perespectivar utilizaremos ((Transform)) y para crear las sombras ((Burn Tool)) con un pincel muy suave.

Antes de empezar si quieren pueden descargar la imagen del folleto que utilicé haciendo clic ACÁ.

Abren un nuevo documento de 800×600px con fondo blanco.

Peguen la imagen del folleto en el documento.

Ahora seleccionen ((Rectangular Marquee Tool)) de tipo ((Fiexed Sixe)) con un tamaño 191×448. Este es el tamaño de cada parte del folleto.

Así que simplemente hagan clic una vez sobre el documento y automáticamente se va a crear la selección con el tamaño que le marcaron.

Coloquen la selección encima de la primera parte del folleto.

Luego botón derecho encima de la selección y elijan ((Layer Via Cut)).

Repetimos los pasos anteriores para las otras dos partes del folleto. Observen en la siguiente imagen como han quedado las tres partes del folleto separadas una en cada capa.

Se paran encima de la parte derecha del folleto y vayan al menu ((Edit))-((Transform))-((Perspective)).

Muevan el deslizador superior derecho hacia abajo para darle perspectiva.

Una vez que ya estén conformes apreten Enter.

Ahora repitan el paso anterior pero con la parte central del folleto y la perspectiva hacia el otro lado.

Y finalmente le dan perspectiva a la parte izquierda del folleto.

Ahora seleccionen ((Burn Toon)) (highlights, 15%) para darle sombras en los bordes del folleto y así quede mucho más real.

Dupliquen la capa (Ctrl + J) de la parte derecha del folleto.

Vayan a ((Edit))-((Transform))-((Flip Vertical)).

Luego le adaptan la perspectiva para que quede de la siguiente manera.

Repitan el paso anterior para las otras dos partes del folletos.

Seleccionen estas tres capas duplicadas y apreten Ctrl + E para unirlas en una capa independiente.

Ahora, a esta capa independiente le crean una ((Layer Mask)) haciendo clic en el botón ((Add Layer Mask)) marcado con una flecha roja en la siguiente imagen.

Se paran encima de la máscara de capa y con ((Gradient Tool)) tracen un degradado lineal de blanco a negro para crear la sensación de reflejo.

Pueden reducir la ((Opacity)) de la capa a un 50% apróximadamente.

Esta es la imagen final.